Y si, quizás extraño: los correos interminables, las conversaciones de madrugada y las llamadas sin motivo…
Y si, quizás extraño: a la sensación vivida, a ese revoloteo de mariposas, a ese saber que alguien está ahí…
Y si, quizás extraño: el abrazo cálido, los gustos compartidos y las discusiones sin sentido…
Y si, quizás extraño: a quien soy acompañada, a la risa fácil y la plática profunda…
Y si, quizás extraño: al arrebato, la carcajada y la ternura…
Y si, quizás extraño…
Y si, en definitiva me extraño…